De procesion ….

Me han escrito varios compañeros haciéndome ver lo “lo ridículo” y “sin sentido” profesional que resultaba la noticia publicada, y enviada por correo electrónico por el consejo,  de que Javier San Martin asistiera a una procesión de la Semana Santa en Sevilla.

Como conozco la Semana Santa de Sevilla y sé que como tal tradición religiosa esta dentro de los sentimientos de los sevillanos, y que desde niños este sentimiento pasa a formar parte de su naturaleza como individuos, comprendo  y veo algo normal, natural hasta el punto de que lo contrario hubiera sido lo extraordinario, que el colegio de graduados sociales de Sevilla tenga como patrona a la advocación mariana de nuestra  “Señora del Dulce Nombre” y que esta  sea desde  el año 2000 poseedora de su Medalla de Oro.

Ahora bien también entiendo que la visita de Javier San Martin a Sevilla para salir en procesión con la Cofradía de la Hermandad del Dulce Nombre, no puede ser considerado un acto institucional y su presencia en tal acto no debe de tener el boato que se le ha dado.

Sabido es que Javier gusta, según lo entiendo yo, de ser “el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el velatorio” y que tal defecto de carácter le lleva a ir de chaqué e insignia a un acto que, según es mi entender, es de carácter privado y religioso, y por lo tanto al margen de la institución profesional que le paga sus viajes oficiales con nuestras cuotas obligatorias.

Eugenio de la Cruz Silva