La oligarquía colegial

La oligarquía es una forma de gobierno. El diccionario de la lengua española define el término “oligarquía” como:

“Forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma clase social”

Aristóteles, el padre de la ciencia política, consideraba que la oligarquía era una degeneración, y por lo tanto algo negativo, de la forma de gobierno  que se denomina aristocracia, que significaba “el gobierno de los mejores” .

En la ciencia política actual se considera que:

“La oligarquía es un grupo minoritario de personas, pertenecientes a una misma clase social, generalmente con gran poder e influencia, que dirige y controla una colectividad o institución”

La organización colegial obligatoria impone a los profesionales que quieran ejercer una profesión la pertenecía a un determinada intuición colegial que se regula en su funcionamiento por sus propios estatutos, que son los que establecen cómo funciona la dicha institución, esto es como se nombran los órganos de gobierno de la dicha institución.

La profesión de Graduado Social se regula en su funcionamiento institucional por unos estatutos, hoy en día seria Real Decreto 1415/2006 de 1 de Diciembre, que siendo pos constitucional no cambio en nada el sistema de nombramiento de los órganos colegiales que habían establecido los estatutos anteriores de la época de la dictadura de Franco.  

Los estatutos colegiales de los Graduados Sociales vienen a establecer un sistema de gobierno de la institución colegial que desde mi opinión son una autentica forma de “oligarquía”, en el cual el poder, que se ostentan en teoría por el consejo general de colegios, es ejercido por una minoría, que a modo de “clientelismo político “, se reparte funciones y cargos.

La base de este particular sistema está en la conformación del órgano máximo de autoridad, la asamblea  del consejo general, que se constituye por los presidentes de los colegios. Como ya sabemos los presidentes de los colegios son elegidos por los colegiados de cada colegio, pero sobre los mismos no existe ningún control por parte de la dicha Asamblea colegial ni por parte de la propia junta de gobierno del correspondiente colegio, pues una vez que es elegido el presidente no tiene que dar cuentas a nadie ni pedir opinión a nadie sobre sus actos como miembro del consejo. En la práctica que convierte en un miembro de una clase social dentro de los profesionales que constituyen el colectivo de la profesión de Graduado  Social: la clase social de los presidentes.

El particular sistema de votación por el cual se toman las decisiones en el seno del Consejo General hace que aquellos que son una “clase” que a nadie tiene que dar cuentas de lo que hacen, tengan libertad para votar lo que quieran. Además el secreto con que se guardan las actas de las reuniones hace que nadie salvo ellos sepa que han deliberado y votado.  

El sistema de votación en el consejo consiste en que cada presidente tiene un voto, con independencia del numero de colegiados que tenga su colegio, de tal modo que el presidente del colegio con menos colegiados de España, que creo que son 25, tiene el mismo voto que el presidente del colegio que mas colegiados de España, que creo que son 1.500. Con lo que se rompe aquí la norma democrática más elemental que es la proporcionalidad en la representación. De ahí que podamos desde la ciencia política decir que  el método de votación que tiene el consejo general es un método “oligárquico” y por lo tanto el gobierno de la institución colegial se ejerce de un modo oligárquico.

Este sistema propicia, como antes he dicho, el  “clientelismo político “ , donde el papel de “patrón” corresponde al presidente del consejo, que es elegido únicamente por los propios presidentes de los colegios y no por los colegiados, que permanecen al margen de todo lo que ocurre en la institución colegial, salvo para pagar las cuotas.

Se da la circunstancia que anteriormente el presidente del consejo se legía entre los miembros del propio consejo, esto es entre los presidentes. Actualmente y debido a una acción promovida por la Asociación de Graduados Sociales Ejercientes, el presidente del consejo debe ser elegido entre los colegiados por los presidentes de los colegios, lo que en la práctica no soluciona la falta de democracia real en la elección del cargo de presidente del consejo.

En honor a la verdad he de decir que la  mayoría de los actuales presidentes ni el propio Javier San Martin, tiene una responsabilidad directa en cómo se ha configurado este  sistema político oligárquico, que heredaron de los tiempos de cuando se estableció originalmente  la estructura política de la institución colegial, pero, según es mi opinión, si han sabido aprovecharla y reforzarla.

¿Tiene este estado de cosas, alguna solución?

La única esperanza que se ve que esto puede cambiar es cambiando la estructura política de la intuición colegial, algo que se pudo hacer y no se hizo al cambiar los estatutos anteriores, por lo tanto solo nos queda esperar que las nuevas  normas sobre la colegiación y la “ley de servicios profesionales”, introduzcan cambios que democraticen la institución colegial, claro que a lo mejor, como muchos temen, lo que ocurre es que simplemente la haga desaparecer.

Mientras tanto a los colegiados contribuyentes solo nos queda asistir al espectáculo y muchas veces bajar la cabeza sintiendo lo que se dice “vergüenza ajena”.

 Eugenio de la Cruz Silva

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2 Responses to “La oligarquía colegial”

  1. Buenas noches.

    Sigo sin enterarme de la razón por la que Javier San Martín es objeto de críticas más o menos veladas por algunos usuarios de esta web. ¿Alguien puede explicármelo?. Debo estar muy mal informado pero siempre he visto la labor de los colegios y del consejo general como muy positiva.

  2. Muy bien Don Eugenio nos ha demostrado que sabe usted mucho y que ha sabido aprovechar sus estudios de Antropología , pero no dice usted nada que la mayoría no supiéramos ni dice usted cual es la alternativa a esta situación , mas allá de decir lo elemental que a lo mejor esto cambia desde arriba , y siempre que los socialistas lleguen a tiempo , como muy bien escribía usted el otro día , de aprobar la ya cacareada ley de servicios profesionales , que servidora opina como usted que lo ve difícil.

    Supongo que con lo listo que usted es ya se sabe que la madre del cordero que dicen algunos esta en que los colegiados en general son como una manada de borregos pero en desperdigado , vamos que entre los que practican el hacerse abogados porque si y los que llegan a esta profesión despistados , la mitad de los afectados pasan de la colegiación , de la profesión y de lo que haga falta.

    Alguno queda , que cree en la profesión pero entre que están , como en su caso , mas solo que la una y en algún otro caso esta achicando el agua de la crisis para que no se le hunda en barco / despacho , así que ya lo dice el refrán a rio revuelto pues los gandules de siempre sacan pecho y beneficios.

    Eso si el nuevo foro este le ha quedado muy bonito.

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